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jueves, 8 de febrero de 2018

Crepúsculo



Farallón Hvítserkur. Península de Vatnsnes, Islandia


Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.


He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.


A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.


Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.


Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?


Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.


Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.


Pablo Neruda.

Poema X de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924)

lunes, 28 de agosto de 2017

Soneto de la noche



Resonare Fibris Vocal Ensemble & Consort

Morten Lauridsen: Soneto de la noche
Grabación en directo del Concierto Si tú no estás aquí
25 de marzo de 2017
Iglesia Corpus Christi (Málaga)
Directora: Luisa D. Camacho



Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:
quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez más sobre mí su frescura:
sentir la suavidad que cambió mi destino.

Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tú floreciendo, florida,

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,
para que se pasee mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.


Pablo Neruda Soneto LXXXIX de Cien Sonetos de amor

W. Shakespeare, Sonnet CXVI


Let me not to the marriage of true minds
Admit impediments. Love is not love
Which alters when it alteration finds,
Or bends with the remover to remove:
O no! it is an ever-fixed mark
That looks on tempests and is never shaken;
It is the star to every wandering bark,
Whose worth's unknown, although his height be taken.
Love's not Time's fool, though rosy lips and cheeks
Within his bending sickle's compass come:
Love alters not with his brief hours and weeks,
But bears it out even to the edge of doom.
If this be error and upon me proved,
I never writ, nor no man ever loved.


...............................................................................


Déjame que en el enlace de dos almas fieles
No admita impedimentos; no es amor el amor
Que cambia cuando una alteración encuentra,
O que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.
¡Oh, no!, es un faro imperturbable
que contempla las tempestades y no se estremece;
es la estrella para los barcos sin rumbo,
cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.
No es amor bufón del Tiempo, aunque los rosados labios
Y mejillas corva guadaña siguen;
El amor no se altera con sus breves horas y semanas,
Sino que firme perdura hasta en el borde del abismo.
Si esto es erróneo y se me puede probar,
Yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.


  Jakub Schikaneder. Mar con faro, (1922-1924), Galería Nacional de Praga

lunes, 18 de abril de 2016

Cuando sea mi vida





Cuando sea mi vida,
toda clara y ligera
como un buen río
que corre alegremente
a la mar,
a la mar ignota
que espera
llena de sol y de canción.
Y cuando brote en mi
corazón la primavera
serás tú, vida mía,
la inspiración
de mi nuevo poema.
Una canción de paz y amor
al ritmo de la sangre
que corre por las venas.
Una canción de amor y paz.
Tan solo de dulces cosas y palabras.
Mientras,
mientras, guarda la llave de oro
de mis versos
entre tus joyas.
Guárdala y espera.



Antonio Machado (1875 - 1939)


viernes, 19 de junio de 2015

Acerca de Vivir

La vida es un soplo, una pluma que empujada por el viento cae al suelo lentamente...




"El vivir no admite bromas.
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
Vivir..."

Nazim Hikmet: Acerca de vivir, 1948

miércoles, 21 de enero de 2015

La leyenda del tiempo



 
El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas 
en el corazón del sueño.

¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!

El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.

¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Sobre la misma columna,
abrazados sueño y tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.

¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!

Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta.


Federico García Lorca

Este poema pertenece a la obra de teatro Así que pasen cinco años (acto tercero, cuadro primero), que Lorca subtituló  "Leyenda del tiempo". La obra representa la tragedia del ser humano, víctima de sus sueños y del tiempo.

Si mis manos pudieran deshojar





Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!! 


Federico García Lorca

Quién retiene al amor cuando se aleja





¡Quién retiene al amor cuando se aleja!


Tanto es mi amor, por todos mis amores,
que en el jardín de la existencia mía
a verlas marchitarse día a día
preferí siempre deshojar sus flores.

Cuanto más encendidos sus colores
mueran en su triunfante lozanía,
más triste que la muerte es la agonía
de un amor entre dudas y temores.

Triste fin de un amor, cuando engañoso
quiere fingir que a su pesar nos deja,
y más ofende, cuanto más piadoso.

¿Y qué logrará la importuna queja
del ofendido corazón celoso?
¡Quién retiene al amor… cuando se aleja!


Jacinto Benavente

jueves, 8 de enero de 2015

Era invierno; llegaste y fue verano...





F. Chopin
Concierto para piano n.º 2 en fa menor, Op. 21 "Larghetto"
Krystian Zimerman, piano.


                                    Popayán

Era invierno; llegaste y fue verano.
Cuando llegue el verano verdadero,
¿qué será de nosotros?
¿Quién calentará el aire
más que agosto y que julio?
Tengo miedo
de este error de los meses que has traído.
¿Quién es nuestro aliado: tú o yo?
Cuando llegue el verano
quizá el aire esté frío...
Era invierno y llegaste.

Antonio Gala

lunes, 10 de noviembre de 2014

Bajo qué ramas, di, bajo qué ramas...



Nocturno Op. 27
Fryderyk Chopin
Valentina Lisitsa, piano.

Bajo qué ramas, di, bajo qué ramas
de verde olvido y corazón morado
la roja danza muerde tus talones
y te estrechan amantes amarillos.

Desde qué repentina lontananza
giras, me nombras, saltas entre el aire,
mientras yo permanezco absorto en sueños
aún dormida creyéndote en mi alcoba.

Qué plateada tristeza te reviste,
si alegre hasta tu alegre voz acudo,
los pies descalzos, para entrelazarme
sal paso de tu danza apresurada.

Dónde te vas cuando te vas y lloran
las colinas, a solas con tu nombre
para siempre, hasta oír al lado mío
tu voz que me pregunta a quién aguardo.


Antonio Gala

lunes, 3 de noviembre de 2014

Chanson d'automne




Les sanglots longs
Des violons
De l'automne
Blessent mon coeur
D'une langueur
Monotone.

Tout suffocant
Et blême, quand
Sonne l'heure,
Je me souviens
Des jours anciens
Et je pleure

Et je m'en vais
Au vent mauvais
Qui m'emporte
Deçà, delà,
Pareil à la
Feuille morte.


Paul Verlaine

sábado, 6 de septiembre de 2014

Te Recuerdo



Salvador Bacarisse 
Concertino para guitarra y orquesta- (Romanza)
Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española.
José María Gallardo, guitarra
M. Tabachnik, director.


Te recuerdo dulcemente,
con la ternura que dejan los días
sobre los sueños sin esperanza,
con la serena tristeza
del que sabe que debe apartarse
de un camino que ya no es el suyo.
Te recuerdo dulcemente y sin rencor,
sin evocar momentos ni palabras
que de nuevo pudieran herirme,
sin protestar, dejando que el silencio
me cure este dolor de estar ausente
para siempre de tu vida.
Pero mi amor no ha muerto, está dormido,
y en lecho de perdón y de nostalgia
pervivirá hasta el día en que me muera.
Te recuerdo dulcemente,
con tibio gozo dentro del alma,
con sonrisa interior, sabiendo acaso
que nadie, ni tú misma, podrá nunca
borrarme la memoria de tus besos
ni arrancarme la rosa de tu nombre
del corazón.

                                      Gonzalo Pulido Castillo

viernes, 13 de junio de 2014

Poema XVIII




Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

Pablo Neruda

lunes, 31 de marzo de 2014

Olvido



    Cierra los ojos y a oscuras piérdete
    Bajo el follaje rojo de tus párpados.
    Húndete en esas espirales
    Del sonido que zumba y cae
    Y suena allí, remoto,
    Hacia el sitio del tímpano,
    Como una catarata ensordecida.

    Hunde tu ser a oscuras,
    Anégate la piel,
    Y más, en tus entrañas;
    Que te deslumbre y ciegue
    El hueso, lívida centella,
    Y entre simas y golfos de tiniebla
    Abra su azul penacho al fuego fatuo.

    En esa sombra líquida del sueño
    Moja tu desnudez;
    Abandona tu forma, espuma
    Que no sabe quién dejó en la orilla;
    Piérdete en ti, infinita,
    En tu infinito ser,
    Ser que se pierde en otro mar:
    Olvídate y olvídame.

    En ese olvido sin edad ni fondo,
    Labios, besos, amor, todo renace:
    Las estrellas son hijas de la noche.


             Octavio Paz


miércoles, 26 de marzo de 2014

Poema Doble del Lago Edem



Nuestro ganado pace, el viento espira.
GARCILASO

Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.

¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado,
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!

Estás aquí bebiendo mi sangre,
bebiendo mi humor de niño pesado,
mientras mis ojos se quiebran en el viento
con el aluminio y las voces de los borrachos.

Déjame pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
Déjame pasar, hombrecillo de los cuernos,
al bosque de los desperezos
y los alegrísimos saltos.

Yo sé el uso más secreto
que tiene un viejo alfiler oxidado
y sé del horror de unos ojos despiertos
sobre la superficie concreta del plato.

Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!

Esos perros marinos se persiguen
y el viento acecha troncos descuidados.
¡Oh voz antigua, quema con tu lengua
esta voz de hojalata y de talco!

Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.

Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.

No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.

Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscando
allí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios.



Federico García Lorca, Poeta en Nueva York (1929-1930)

sábado, 18 de enero de 2014

Hoy puedo estar contigo




Hoy puedo estar contigo. He deseado
para ti todo el bien y me acompaña
la bondad del amor. A ti te debo
gozar en soledad la compañía
más difícil del hombre, la que tiene
consigo mismo. No me causa miedo
reconocerme, ni busco a nadie, no.
Le has dado a mi semblante sin saberlo
una luz interior que me hace fuerte,
para vencer mayores soledades.
 

Manuel Altolaguirre

martes, 31 de diciembre de 2013

Hay un cansancio de la inteligencia abstracta

© Foto Luisa D. Camacho


Hay un cansancio de la inteligencia abstracta, y es el más horrible de los cansancios. No pesa como el cansancio del cuerpo, ni inquieta como el cansancio del conocimiento por la emoción. Es un peso de la conciencia del mundo, un no poder respirar con el alma. 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Llueve

 Gota de lluvia, André Kohn

Llueve. Los caminos extraviados
con el agua confluyen, de piedras se vacían.

El aire transparenta
besando la nueva luz surgida,
sin apenas vestigios de dolores antiguos,
de autoengaños continuos, de renuncias
forjadas ante débiles obstáculos
que el ansia adormecieron de la vida.

En el leve rumor
de dos manos transidas,
su secreto desvela
la memoria perdida.

Julián Carcaño, de "Ondulaciones"

sábado, 30 de noviembre de 2013

Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti...


Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti,
que siempre me eludes tras palabras y silencios,
se hunde en la oscuridad de tus ojos.
Sin embargo, sé que debo estar contento en este amor,
con lo que viene a rachas y huye, porque nos hemos encontrado
por un momento en la encrucijada de los caminos.
¿Soy yo tan poderoso que pueda llevarte a través de este
enjambre de mundos, por este laberinto de veredas?
¿Tengo yo alimento para sostenerte por el oscuro pasaje bostezante,
de arcos de muerte?

Rabindranath Tagore