Johannes Brahms
Motet op. 74, no. 1, "Warum is das Licht gegeben den Mühseligen",
RIAS Kammerchor,
Director. Marcus Creed
Warum ist das Licht gegeben dem Mühseligen? (¿Por qué conceder la luz al desdichado?), es el primero de dos motetes, compuestos a cuatro voces a capella, catalogados como op. 74, que ocupan, junto con el grandioso Réquiem, un puesto de honor en la música sacra luterana.
Este que os propongo, fue compuesto en 1877. Brahms reutiliza algún material de su Misa Canónica en Do Mayor de 1856 y lo articula en torno a cuatro partes, realizadas las tres primeras sobre textos bíblicos: Job3, 20-23; Jeremías 3,41 y Santiago 5,11 respectivamente y sobre un texto del propio Lutero, la cuarta.
Por supuesto, el tratamiento musical está perfectamente delimitado y centrado en el espíritu de la palabra. En la primera parte, que comienza con las palabras de Job, Brahms imprime dramatismo sobre Warum, ¿Por qué?, escribiéndolo de forma homofónica, dándole así un sentido de grito y reflexión desolada, al cual recurre en varias ocasiones. Dicha homofonía, da paso a un estilo contrapuntistico intimista y sobrio con el que interioriza sobre las desdichas de la vida.
En la segunda parte, surge la meditación esperanzada de Jeremías: Alcemos nuestros corazones y nuestras manos al Dios que está en los cielos, en la que se alterna una escritura que contrasta con el dramatismo inicial, acercándonos a un movimiento rítmico en 6/4 que recuerda la amabilidad del acento popular alemán. Mientras que en la tercera, las palabras de Santiago nos revelan la principal enseñanza del motete: Bienaventurados los que sufren.
Finalmente, concluye en la cuarta parte con las palabras alentadoras del propio Lutero, reflejadas en un Coral en el que Brahms funde el estilo de J. S. Bach con el lenguaje romántico: Con paz y alegría voy hacia la muerte en la voluntad del Señor.
Por supuesto, el tratamiento musical está perfectamente delimitado y centrado en el espíritu de la palabra. En la primera parte, que comienza con las palabras de Job, Brahms imprime dramatismo sobre Warum, ¿Por qué?, escribiéndolo de forma homofónica, dándole así un sentido de grito y reflexión desolada, al cual recurre en varias ocasiones. Dicha homofonía, da paso a un estilo contrapuntistico intimista y sobrio con el que interioriza sobre las desdichas de la vida.
En la segunda parte, surge la meditación esperanzada de Jeremías: Alcemos nuestros corazones y nuestras manos al Dios que está en los cielos, en la que se alterna una escritura que contrasta con el dramatismo inicial, acercándonos a un movimiento rítmico en 6/4 que recuerda la amabilidad del acento popular alemán. Mientras que en la tercera, las palabras de Santiago nos revelan la principal enseñanza del motete: Bienaventurados los que sufren.
Finalmente, concluye en la cuarta parte con las palabras alentadoras del propio Lutero, reflejadas en un Coral en el que Brahms funde el estilo de J. S. Bach con el lenguaje romántico: Con paz y alegría voy hacia la muerte en la voluntad del Señor.
Texto:
Warum ist das Licht gegeben dem Mühseligen,
und das Leben den betrübten Herzen?
Die des Todes warten und kommt nicht,
und grüben ihn wohl aus dem Verborgenen;
Die sich fast freuen und sind fröhlich,
daß sie das Grab bekommen.
Und dem Manne, deß Weg verborgen ist,
und Gott vor ihm denselben bedecket.
Lasset uns unser Herz samt den Händen
aufheben zu Gott im Himmel.
Siehe, wir preisen selig, die erduldet haben.
Die Geduld Hiob habt ihr gehöret,
und das Ende des Herrn habt ihr gesehen;
denn der Herr ist barmherzig, und ein Erbarmer.
Mit Fried und Freud ich fahr dahin,
In Gottes Willen,
Getrost ist mir mein Herz und Sinn,
Sanft und stille.
Wie Gott mir verheißen hat,
Der Tod ist mir Schlaf geworden.
Traducción:
¿Por qué? ¿Por qué conceder la luz al desdichado
y la vida a los corazones afligidos
que esperan la muerte y no les llega
y la buscan más que a un tesoro escondido,
a los que se alegrarían y se llenarían de júbilo
si recibieran sepultura,
y al hombre cuyo camino está oculto
y a quien cierra Dios toda salida? ¿Por qué?
Alcemos nuestros corazones y nuestras manos
a Dios que está en los cielos.
Contempla como tenemos por bienaventurados a los que sufren.
Habéis oído hablar de la paciencia de Job
y habéis sido testigos de final del Señor,
porque el Señor es misericordioso y piadoso.
Con paz y alegría voy hacia la muerte
en la voluntad del Señor,
mi corazón y mi alma reciben consuelo
pacífica y mansamente.
Como Dios me prometió,
la muerte se ha vuelto sueño.
Partitura
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