Elegir una puerta es dejar puertas sin abrir.
Un placer presupone
que muchos placeres no serán vividos, así como cada tristeza dispensa
de tantas tristezas.
El amante que llevas a la cama es uno entre todos
los posibles.
La palabra escogida impide el uso de un número indefinido
de palabras.
Visitas un lugar para que otros lugares queden esperando
por ti.
Sólo el día que amanece para tu muerte es un día cualquiera,
una casualidad.
Abilio Estévez
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