sábado, 6 de marzo de 2010

LA BRISA DEL TIEMPO


Siento el viento en mi cara,
siento el agua en mi boca,
siento la eterna llamada,
que las raíces evocan.

Nacemos con un grito amargo, vivimos el letargo de la razón, y al llegar la última hora, apenas abrimos el corazón.

Siento el viento en mi cara,
siento . . .

En cada acto tejemos, el lecho de lo eterno, guardado en la memoria cálida, aquellos a quienes queremos.

Siento el viento en mi cara,
siento . . .

Como hojas del eterno otoño, como niños el primer día de escuela, como hombres que olvidaron llorar, vagamos sin estela, vagamos por vagar.

Siento el viento en mi cara,
siento . . .

Cuando el tiempo arrastre memorias de un renacido mundo mejor, la brisa del tiempo en el rostro, templará el más duro corazón, las raíces harán brotar sueños, y lavará el agua cualquier dolor. No hay canto pequeño, si lo riega el amor . . .

Siento el viento en mi cara,
siento . . .

Nekovidal 2009 - nekovidal@arteslibres.net

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