Mia benigna fortuna e ’l viver lieto,
i chiari giorni et le tranquille notti
e i soavi sospiri e ’l dolce stile
che solea resonare in versi e ’n rime,
vòlti subitamente in doglia e ’n pianto,
odiar vita mi fanno, et bramar morte.
Crudel, acerba, inexorabil Morte,
cagion mi dài di mai non esser lieto,
ma di menar tutta mia vita in pianto,
e i giorni oscuri et le dogliose notti.
I mei gravi sospir’ non vanno in rime,
e ’l mio duro martir vince ogni stile.
Ove è condutto il mio amoroso stile?
A parlar d’ira, a ragionar di morte.
U’ sono i versi, u’ son giunte le rime,
che gentil cor udia pensoso et lieto;
ove ’l favoleggiar d’amor le notti?
Or non parl’io, né penso, altro che pianto.
Già mi fu col desir sí dolce il pianto,
che condia di dolcezza ogni agro stile,
et vegghiar mi facea tutte le notti:
or m’è ’l pianger amaro piú che morte,
non sperando mai ’l guardo honesto et lieto,
alto sogetto a le mie basse rime.
Chiaro segno Amor pose a le mie rime
dentro a’ belli occhi, et or l’à posto in pianto,
con dolor rimembrando il tempo lieto:
ond’io vo col penser cangiando stile,
et ripregando te, pallida Morte,
che mi sottragghi a sí penose notti.
Fuggito è ’l sonno a le mie crude notti,
e ’l suono usato a le mie roche rime,
che non sanno trattar altro che morte,
cosí è ’l mio cantar converso in pianto.
Non à ’l regno d’Amor sí vario stile,
ch’è tanto or tristo quanto mai fu lieto.
Nesun visse già mai piú di me lieto,
nesun vive piú tristo et giorni et notti;
et doppiando ’l dolor, doppia lo stile
che trae del cor sí lagrimose rime.
Vissi di speme, or vivo pur di pianto,
né contra Morte spero altro che Morte.
Morte m’à morto, et sola pò far Morte
ch’i’ torni a riveder quel viso lieto
che piacer mi facea i sospiri e ’l pianto,
l’aura dolce et la pioggia a le mie notti,
quando i penseri electi tessea in rime,
Amor alzando il mio debile stile.
Or avess’io un sí pietoso stile
che Laura mia potesse tôrre a Morte,
come Euridice Orpheo sua senza rime,
ch’i’ vivrei anchor piú che mai lieto!
S’esser non pò, qualchuna d’este notti
chiuda omai queste due fonti di pianto.
Amor, i’ ò molti et molt’anni pianto
mio grave danno in doloroso stile,
né da te spero mai men fere notti:
et però mi son mosso a pregar Morte
che mi tolla di qui, per farme lieto,
ove è colei ch’i’ canto et piango in rime.
Se sí alto pôn gir mie stanche rime,
ch’agiungan lei ch’è fuor d’ira et di pianto,
et fa ’l ciel or di sue bellezze lieto,
ben riconoscerà ’l mutato stile,
che già forse le piacque anzi che Morte
chiaro a lei giorno, a me fesse atre notti.
O voi che sospirate a miglior’ notti,
ch’ascoltate d’Amore o dite in rime,
pregate non mi sia piú sorda Morte,
porto de le miserie et fin del pianto;
muti una volta quel suo antiquo stile,
ch’ogni uom attrista, et me pò far sí lieto.
Far mi pò lieto in una o ’n poche notti:
e ’n aspro stile e ’n angosciose rime
prego che ’l pianto mio finisca Morte.
Francesco Petrarca
miércoles, 27 de enero de 2010
martes, 26 de enero de 2010
Meu fado meu
Trago um fado no meu canto
Canto a noite até ser dia
Do meu povo trago pranto
No meu canto a Mouraria
Tenho saudades de mim
Do meu amor, mais amado
Eu canto um país sem fim
O mar, a terra, o meu fado
Meu fado, meu fado, meu fado, meu fado
De mim só me falto eu
Senhora da minha vida
Do sonho, digo que é meu
E dou por mim já nascida ...
Trago um fado no meu canto
Na minh'alma vem guardado
Vem por dentro do meu espanto
A procura do meu fado
Meu fado, meu fado, meu fado, meu fado
Canto a noite até ser dia
Do meu povo trago pranto
No meu canto a Mouraria
Tenho saudades de mim
Do meu amor, mais amado
Eu canto um país sem fim
O mar, a terra, o meu fado
Meu fado, meu fado, meu fado, meu fado
De mim só me falto eu
Senhora da minha vida
Do sonho, digo que é meu
E dou por mim já nascida ...
Trago um fado no meu canto
Na minh'alma vem guardado
Vem por dentro do meu espanto
A procura do meu fado
Meu fado, meu fado, meu fado, meu fado
domingo, 24 de enero de 2010
No puede ser
Romanza de Leandro
Acto II de La tabernera del puerto (estrenada el 16 de mayo de 1936)
Zarzuela de Pablo Sorozábal (1897-1988)
Canta Plácido Domingo.
No puede ser; esa mujer es buena.
No puede ser una mujer malvada.
En su mirar, como una luz singular,
he visto que esa mujer no es una desventurada.
No puede ser una vulgar sirena,
que envenenó las horas de mi vida.
No puede ser, porque la vi rezar,
porque la vi querer,
porque la vi llorar.
Los ojos que lloran no saben mentir,
las malas mujeres no miran así.
Temblando en sus ojos dos lágrimas vi,
y a mí me ilusiona que tiemblen por mí,
que tiemblen por mí.
Viva luz de mi ilusión,
sé piadosa con mi amor.
Porque no sé fingir,
porque no sé callar,
porque no sé vivir.
miércoles, 20 de enero de 2010
Los Caminos de la Tarde
Los caminos de la tarde
se hacen uno, con la noche.
Por él he de ir a ti,
amor que tanto te escondes.
Por él he de ir a ti,
como la luz de los montes,
como la brisa del mar,
como el olor de las flores.
Juan Ramón Jiménez
domingo, 17 de enero de 2010
Sólo para los siesos
Al sieso que acaba es escribirme llamado Juanma:
Gracias por la advertencia y por ser tan simpático.
No ha sido nunca mi intención confundir y no ayudar. Precisamente, pensaba que estaba ayudando.
La información me la había mandado una amiga y pensé que era correcta, pero si no lo era, con decirlo habría sido suficiente. No hacía falta ser tan tremendamente BORDE Y ESTÚPIDO.
Gracias por la advertencia y por ser tan simpático.
No ha sido nunca mi intención confundir y no ayudar. Precisamente, pensaba que estaba ayudando.
La información me la había mandado una amiga y pensé que era correcta, pero si no lo era, con decirlo habría sido suficiente. No hacía falta ser tan tremendamente BORDE Y ESTÚPIDO.
miércoles, 13 de enero de 2010
Mille Regretz
Mille regretz de vous abandonner
Et d'eslonger vostre fache amoureuse,
Jay si grand dueil et paine douloureuse,
Quon me verra brief mes jours definer.
Traducción:
Mil pesares por abandonaros
Y por alejar vuestro rostro amoroso
Siento tanto duelo y pena dolorosa
Que se me verá en breve acabar mis días.
Partitura
Mille Regretz es una canción polifónica en francés creada por el compositor franco-flamenco Josquin des Prez (1440-1521). Una famosa variación para vihuela española de esta canción es La Canción del Emperador de Luis de Narváez, que recibió ese nombre por ser la favorita de Carlos V.
Cristóbal de Morales, el compositor español más internacinalmente conocido en la época, la reelaboró en misa a 6 voces con el título Missa Mille Regretz. Esta reutilización de obras para composición de otras nuevas es un ejemplo del procedimiento de la parodia.
Partitura de la Missa Mille Regretz
Partitura de la Missa Mille Regretz
Pero Morales no fue el único que hizo adaptaciones de esta obra, sino que Luys de Narváez hizo también un arreglo en 1538, incluyéndola en su obra Los seis libros de cifra para tañer la vihuela. Como dijimos al principio, Narváez hizo su versión llamándola La Canción del Emperador. Edmond van der Straetten recoge en su libro Charles V, musicien, que Narváez pudo ofrecerle su versión a su paso por Valladolid ese mismo año.
Josquin Desprez ha sido uno de los más grandes compositores de todos los tiempos. Gozó de gran fama en vida y ejerció una gran influencia entre sus seguidores. Nacido en Francia en 1440, pasó la mayor parte de su vida en Italia, regresando en 1504 como canónigo de la colegiata de Codé-sur-Escault, donde murió en 1521. Fue un compositor extremadamente prolífico y su producción muy variada incluye 20 misas, alrededor de 100 motetes y 70 canciones profanas.
Josquin es el primer compositor que trata de expresar emociones de forma coherente y el primero en plasmar la actitud humanista del Renacimiento mediante una gran calidad expresiva.
martes, 12 de enero de 2010
Umbrío por la pena
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!
Miguel Hernández
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!
Miguel Hernández
domingo, 10 de enero de 2010
¡Enhorabuena, Arturo!
La Orquesta Filarmónica de Málaga reanudó su temporada 2009-2010 tras las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, que nos trajo un bonito programa alrededor de los jóvenes, no ausente cierto carácter didáctico al lado de la categoría musical -véanse los nombres de Leopoldo Mozart, Poulenc, Dukas y Britten- y atractivo también por su espontaneidad y frescura.
Asimismo interesante la actuación como director del malagueño Arturo Díez Boscovich, pianista, compositor repetidamente galardonado y con experiencia en la dirección -especialmente lírica- que se impone aquí sobre todos por su capacidad y soltura, claro en el gesto y muy identificado con los profesores de la orquesta malagueña. En la primera parte, abierta con una luminosa 'Sinfonía de los juguetes' de L. Mozart y luego el cuento musical 'La historia de Babar, el pequeño elefante' de Poulenc, donde tuvo el concurso eficaz de Esther de Lorenzo en la narración.
La personalidad de Arturo Díez se agigantó en las traducciones escuchadas -servidas de memoria- de 'El aprendiz de brujo' de Dukas, notable el sentido rítmico, y la brillantez del discurso y la 'Guía de orquesta para jóvenes' de Britten, obra de gran dimensión en la que lució al máximo todo el 'corpus' instrumental de la Orquesta malagueña bien encauzada por Arturo Díez. Legítimo y celebrado triunfo.
Asimismo interesante la actuación como director del malagueño Arturo Díez Boscovich, pianista, compositor repetidamente galardonado y con experiencia en la dirección -especialmente lírica- que se impone aquí sobre todos por su capacidad y soltura, claro en el gesto y muy identificado con los profesores de la orquesta malagueña. En la primera parte, abierta con una luminosa 'Sinfonía de los juguetes' de L. Mozart y luego el cuento musical 'La historia de Babar, el pequeño elefante' de Poulenc, donde tuvo el concurso eficaz de Esther de Lorenzo en la narración.
La personalidad de Arturo Díez se agigantó en las traducciones escuchadas -servidas de memoria- de 'El aprendiz de brujo' de Dukas, notable el sentido rítmico, y la brillantez del discurso y la 'Guía de orquesta para jóvenes' de Britten, obra de gran dimensión en la que lució al máximo todo el 'corpus' instrumental de la Orquesta malagueña bien encauzada por Arturo Díez. Legítimo y celebrado triunfo.
viernes, 8 de enero de 2010
Perdóname por ir así buscándote
Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en lo alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres.
Pedro Salinas
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en lo alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres.
Pedro Salinas
domingo, 3 de enero de 2010
La interpretación de la polifonía
Regla de oro para la interpretación de la polifonía
Lo más difícil o, por lo menos, una de las cosas más difíciles en la interpretación de la polifonía es saber cuándo uno ha de cantar piano, medio fuerte o fuerte. Para ello existe una especie de ley natural de la melodía que si se tiene en cuenta, creo que ayudará muchísimo en este punto de la interpretación.
La melodía es un organismo vivo que nace, crece, decrece y muere. Por consiguiente, en la interpretación de la polifonía, que es un conjunto de líneas melódicas, debería seguirse la trayectoria de la curva ascendente, el punto culminante o clímax de la vida de la melodía y la caída o descenso de la curva melódica.
O sea, que una melodía polifónica consta de una gran arsis, un momento álgido en la cúspide o cumbre y una gran tesis. Así pues, en principio, los fuertes y pianos en la polifonía vienen preparados con toda naturalidad por el mismo desarrollo de la melodía. Si cada voz en su propia línea melódica cumpliese esta regla, el 75% de la belleza de la interpretación quedaría asegurado, porque entonces se pondría en relieve la vida individual de cada voz en el momento preciso, pasando luego a segundo término para que otra voz resalte también en el momento debido. Empezar súbitamente una frase en f o p y mucho más empezarla en ff o pp es un efecto propio de la música barroca, cantando (o sonando el órgano) en contraste de f-p o de voz natural y falsete o eco.
Lo más difícil o, por lo menos, una de las cosas más difíciles en la interpretación de la polifonía es saber cuándo uno ha de cantar piano, medio fuerte o fuerte. Para ello existe una especie de ley natural de la melodía que si se tiene en cuenta, creo que ayudará muchísimo en este punto de la interpretación.
La melodía es un organismo vivo que nace, crece, decrece y muere. Por consiguiente, en la interpretación de la polifonía, que es un conjunto de líneas melódicas, debería seguirse la trayectoria de la curva ascendente, el punto culminante o clímax de la vida de la melodía y la caída o descenso de la curva melódica.
O sea, que una melodía polifónica consta de una gran arsis, un momento álgido en la cúspide o cumbre y una gran tesis. Así pues, en principio, los fuertes y pianos en la polifonía vienen preparados con toda naturalidad por el mismo desarrollo de la melodía. Si cada voz en su propia línea melódica cumpliese esta regla, el 75% de la belleza de la interpretación quedaría asegurado, porque entonces se pondría en relieve la vida individual de cada voz en el momento preciso, pasando luego a segundo término para que otra voz resalte también en el momento debido. Empezar súbitamente una frase en f o p y mucho más empezarla en ff o pp es un efecto propio de la música barroca, cantando (o sonando el órgano) en contraste de f-p o de voz natural y falsete o eco.
Tal sucede por ejemplo en el "Ave Maria" de Victoria, siendo ésta una de las razones por las que hoy día algunos musicólogos ponen en tela de juicio que dicha Ave María sea original del compositor de Ávila. En la polifonía clásica, frases súbitamente fuertes, o sea, frases empezando con un súbito f o ff, solamente podrían ser algunas exclamaciones, como la del motete "O bone Jesu" de J. Anchieta cuando canta las palabras O Mesias. Pero un pp súbito en polifonía clásica sería muy difícil de justificarlo.
And so it goes
And so it goes, interpretada por The King's Singers
In every heart there is a room
A sanctuary safe and strong
To heal the wounds from lovers past
Until a new one comes along.
I spoke to you in cautious tones
You answered me with no pretense
And still I feel I said too much
My silence is my self defense.
And every time I've held a rose
It seems I only felt the thorns
And so it goes, and so it goes
And so will you soon I suppose.
But if my silence made you leave
Then that would be my worst mistake
So I will share this room with you
And you can have this heart to break.
And this is why my eyes are closed
It's just as well for all I've seen
And so it goes, and so it goes
And you're the only one who knows.
So I would choose to be with you
That's if the choice were mine to make
But you can make decisions too
And you can have this heart to break.
And so it goes, and so it goes
And you're the only one who knows.
In every heart there is a room
A sanctuary safe and strong
To heal the wounds from lovers past
Until a new one comes along.
I spoke to you in cautious tones
You answered me with no pretense
And still I feel I said too much
My silence is my self defense.
And every time I've held a rose
It seems I only felt the thorns
And so it goes, and so it goes
And so will you soon I suppose.
But if my silence made you leave
Then that would be my worst mistake
So I will share this room with you
And you can have this heart to break.
And this is why my eyes are closed
It's just as well for all I've seen
And so it goes, and so it goes
And you're the only one who knows.
So I would choose to be with you
That's if the choice were mine to make
But you can make decisions too
And you can have this heart to break.
And so it goes, and so it goes
And you're the only one who knows.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)