sábado, 11 de julio de 2009

Ya había música hace 35.000 años

Encuentran diversos fragmentos de flautas que sugieren que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa hace 35.000 años.
02 Jul 2009 NEOFRONTERAS.COM


Unos paleoantropólogos anuncian haber descubierto pruebas de la existencia de música en el Paleolítico superior. Han podido reconstruir una flauta de hueso de 35.000 años de antigüedad, lo que sugiere que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa en esa época.

Los sitios Hohle Fels y Vogelherd parece que están siendo muy prolíficos, ya que, además de otros hallazgos, en ellos se encontraron estos restos. La flauta auriñacience casi completa que ahora describimos fue encontrada en el primero en el verano de 2008, en la cueva de Hohle Fels, que está en el valle Ach, a unos 20 Km al oeste de Ulm.

La flauta fue encontrada troceada en 12 fragmentos, y es el instrumento musical más completo de todos los recuperados de esas cuevas. Demuestra la presencia de una bien asentada tradición musical en los tiempos en los que el ser humano estaba colonizando Europa, hace unos 35.000 años. Otras pruebas de tradición musical encontradas en Francia y Austria se remontan a hace sólo 30.000 años, es decir, unos 5000 años después.

Para hacernos una idea de la cronología recordemos que la agricultura y ganadería se desarrollaron hace sólo unos 10.000 años, las pinturas de la cueva de Altamira tienen unos 12.000 años y el sistema de cuevas de Lascaux contienen parte del arte más antiguo conocido, de entre hace 15.000 y 17.000 años, pero algunas de sus pinturas son de hace 27.000 años. En todos estos casos estamos hablando de unos seres humanos modernos, casi indistinguibles del hombre actual y con capacidad de representación simbólica.

La parte de la flauta que ha llegado al poder de los investigadores tiene una longitud de 21,8 cm y un diámetro de 8 mm. Contiene 5 agujeros para poner los dedos y así producir distintas notas. La conservación de la flauta, sobre todo su superficie, es muy buena y revela detalles sobre su construcción. Sin embargo le falta un trozo en uno de sus extremos, justo a la altura del quinto agujero.

De momento no disponen de una réplica con la que trabajar, pero una flauta de tres agujeros hallada anteriormente en proximidades de Geissenklösterle, y de la que sí hay copia moderna, produce cuatro notas, y adicionalmente otras tres según cómo se sople. Estos investigadores creen que esta de cinco agujeros tendría una gama de notas superior que sería comparable a las de flautas modernas.

Se construyó a partir del radio de un buitre leonado. Esta ave cuenta con una envergadura alar de entre 230 y 265 cm, por lo que proporciona huesos de gran longitud que son excelentes para la construcción de flautas largas. Recordemos que los huesos de las aves son huecos para así aligerar el peso y que el vuelo sea más fácil.


Además de los fragmentos de esta flauta, en la misma cueva se recuperaron otros dos fragmentos correspondientes a otra flauta distinta. En las excavaciones de Vogelherd, situadas en el valle de Lone a 25 km al noroeste de Ulm, también encontraron fragmentos de otra flauta. Dada la delicadeza de estos artefactos es muy difícil encontrar una flauta completa de una pieza.

Algunos de esos otros fragmentos se corresponden a flautas que parecen estar hechas de marfil. La tecnología de construcción de flautas de marfil era mucho más compleja que la de hueso. Había que partir longitudinalmente la pieza y ahuecar las dos mitades, practicar los agujeros en una de ellas y luego unir las dos mitades con un sistema que no dejase escapar el aire.
Los sistema de radiocarbono y métodos independientes de control dan una antigüedad de 35.000 años a esta flauta. El hallazgo demuestra que la música jugaba un papel importante en la vida auriñecense de los habitantes de los valles Ach y Lone del suroeste de Alemania.

El contexto en el que se encuentran estas flautas indica abundancia de artefactos orgánicos y líticos, fauna que fue cazada y huesos quemados, lo que sugiere que los habitantes de estas regiones tocaban música en diversos contextos sociales. Así por ejemplo, los restos de flauta de Hohle Fels fueron encontrados a 70 cm de una figura femenina de edad similar, lo que sugiere una relación contextual entre ambos.

La venus (escultura con formas femeninas) hallada en esa cueva representa la figura humana esculpida más antigua del mundo con 35.000 años de antigüedad y también saltó a los medios de comunicación hace unas semanas. Se ha llegado incluso a decir que esta venus representa la imagen pornográfica más antigua conocida, ya que su atributos sexuales están exagerados. Esta figura de 6 cm está hecha a partir de marfil de mamut.

Volviendo al tema musical, estas flautas, así como las previas halladas cerca de la cueva Geißenklösterle, demuestran que la tradición musical existía en el repertorio cultural auriñacience cerca del momento en el que los humanos modernos se asentaban en la región del Danuvio superior. El desarrollo de una tradición musical está además acompañada del desarrollo de arte figurativo y de numerosas innovaciones que incluyen ornamentos personales, así como tecnologías líticas y orgánicas.

La presencia de la música en las vidas de la gente del Paleolítico superior no tenía un impacto significativo en la economía de subsistencia de esa gente, pero la música pudo contribuir a la mejora de la cohesión social y a nuevas formas de comunicación, lo que indirectamente contribuyó a una mejor expansión demográfica que la que tuvieron los culturalmente conservadores neandertales.

La flauta forma parte de una exposición que se podrá ver en Stuttgart desde el 18 de septiembre de este año al 10 de enero del 2010.

Lo que nunca sabremos serán las canciones que estos humanos tocaban en ese tiempo. Ellos eran, desde luego, como nosotros, con sus sueños, necesidades, ambiciones… ¿Tendría también representaciones teatrales? Si tenían arte gráfico y musical quizás también representaran historias o leyendas, aunque probablemente nunca lo sabremos.

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