Después de mi última entrada dedicada al bicentenario del nacimiento de Giuseppe Verdi, me quedó el anhelo de publicar algo dedicado a los Cuattro Pezzi Sacri. Así, que lo hago a continuación.
Quattro Pezzi Sacri, o Cuatro piezas sacras, son trabajos vocales tardíos de G. Verdi. Compuestas por separado y con diferentes orígenes y propósitos, fueron publicadas juntas en 1898, y a menudo se ejecutan como un ciclo en esta secuencia:
- Ave Maria (Coro a capella, en Latín, compuesto en 1889)
- Stabat Mater (orquesta y coro, en Latín, compuesto entre 1896-1897)
- Laudi alla Vergine Maria (Coro femenino a capella, en Italiano, compuesto entre 1886-1888)
- Te Deum (orquesta y coro doble, en Latín, compuesto entre 1895-1896)
Esta serie nos revela el punto de vista sobre la música sacra de uno de los más famosos compositores de ópera italianos. El estilo de estos trabajos refleja la extraordinaria expansión tonal que tuvo lugar a finales del S. XIX; pero al mismo tiempo, Quattro Pezzi Sacri, nos ofrece una retrospectiva de la herencia cultural del compositor; pues, como veremos más adelante, encontraremos en ellos referencias a Dante y a Palestrina.
Ave Maria sulla scala enigmatica: Verdi presentó esta curiosa obra de 1889 (revisada en 1898) como respuesta a un reto publicado en la Gazzetta Musicale de Milán de emplear dicha escala en una composición. En este trabajo, Verdi hace pasar la Escala Enigmática sobre todas las voces en figuración de redondas de forma tanto ascendente como descendente. (Es posible ver en la partitura si se clica en la relación arriba).
Creo necesario aclarar que la Escala Enigmática es atonal y consta de siete notas. Su particularidad es la de que cualquiera de las notas que la componen puede servir como punto de partida. Como se puede observar, esta escala evita la cuarta y la quinta perfectas,
las cuales suelen ser las que establecen las bases de una clásica
progresión armónica, pues ambas ayudan a fijar la tónica.
Sin duda, esta no es una obra fácil de ejecutar y sus efectos resultan bastante curiosos. He aquí una magnífica interpretación del Sofia Vocal Ensemble.
Stabat Mater destaca como un absoluto drama de pasión a través de los ojos de la Virgen en una serie de imágenes puntillísticas precisadas por el antiguo texto en latin, en el que Verdi despliega su talento con un amplia gama de fuerza tanto coral como orquestal. Hay quien lo describe como una mezcla de pureza y simplicidad tomadas del trabajo de Palestrina en el siglo XVI y de drama provieniente de su obra Il Trovatore.
Laudi alla Vergine Maria, en realidad está escrita para un cuarteto de voces blancas, pero generalmente es interpretada por un coro.
Verdi se inspiró en un texto del Paraíso de Dante para la realización de esta composición. En ella, evoca deliberadamente la música de la Italia Renacentista en una fina textura vocal, con claras cadencias y escritura imitativa; mientras que la voz principal, por otra parte, es profusamente cromática y se aleja con frecuencia de la tonalidad. En realidad se inspira en la escritura tradicional de las composiciones sacras a capella del Stile Antico.
Verdi se inspiró en un texto del Paraíso de Dante para la realización de esta composición. En ella, evoca deliberadamente la música de la Italia Renacentista en una fina textura vocal, con claras cadencias y escritura imitativa; mientras que la voz principal, por otra parte, es profusamente cromática y se aleja con frecuencia de la tonalidad. En realidad se inspira en la escritura tradicional de las composiciones sacras a capella del Stile Antico.
Te Deum, junto Stabat Mater, fue uno de los últimos trabajos de Verdi. Para su composición, estudió la música de Victoria y de Purcell, con la intención de crear algo realmente diferente. Su intención se antoja como la de un aventurero musical que narra sus propias emociones ante el texto: El Padre Inmenso es también el Rey Glorioso, nacido de una Virgen y hecho hombre, que retorna como Juez haciendo temblar el mundo antes de su juicio.
Verdi pidió que esta personal y expresiva obra fuera enterrada con él.