miércoles, 15 de agosto de 2012

Samba em préludio



1962 - música de Baden Powell y Vinicius de Moraes


Eu sem você
Não tenho porquê
Porquê sem você
Não sei sem chorar
Sou chama sem luz
Jardim sem luar
Luar sem amor
Amor sem se dar.

Eu sem você
Sou so' desamor
Um barco sem mar
Um campo sem flor
Tristeza que vai
Tristeza que vem
Sem você, meu amor, 
eu não sou ninguem.

Ai, que saudade
Que vontade de ver renascer nossa vida
Volta, querido
Os teus braços precisam dos meus
Meus abraços precisam dos teus

Estou tão sozinha
Tenho os olhos cansados de olhar para o alem
Vem ver a vida
Sem você, meu amor, eu não sou ninguem.

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Yo sin ti,
No tengo un porqué,
Porque sin ti,
No sé ni llorar
Soy llama sin luz

Jardín sin luna
Luna sin amor
Amor sin dar...

Yo sin ti,

Soy sólo desamor
Soy barco sin mar
Un campo sin flor
La tristeza que va
La tristeza que viene
Yo sin ti, mi amor,
No soy nadie.

Ah, que nostalgia,
Ese deseo de ver renacer nuestra vida,

Vuelve querida, que mis brazos
Precisan los tuyos, 
Y tus brazos precisan los míos.

Me siento tan solo,
Mis ojos están ya cansados
de mirar a la nada,
ven mira la vida
Sin ti, mi amor, yo no soy nadie.

viernes, 10 de agosto de 2012

Diera, alma mía

 Der Wanderer über dem Nebelmeer (1818),  Caspar David Friedrich
Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto poseo,
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo,
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo...

Rima XXV

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

sábado, 4 de agosto de 2012

SONETO DE LA LUNA



La luna nos buscó desde su almena,
cantó la acequia, palpitó el olivo.
Mi corazón, intrépido y cautivo,
tendió las manos, fiel a tu cadena.

Qué sábanas de yerba y luna llena
envolvieron el acto decisivo.
Qué mediodía sudoroso y vivo
enjalbegó la noche de azucena.

Por las esquinas verdes del encuentro
las caricias, ansiosas, se perdían
como en una espesura, cuerpo adentro.

Dios y sus cosas nos reconocían.
De nuevo giró el mundo, y en su centro
dos bocas, una a otra, se bebían.

 Antonio Gala


Clair de Lune, Claude Debussy

viernes, 3 de agosto de 2012

ESPERANZA


 

Esperanza,
araña negra del atardecer.
Tú paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí,
tejiendo, rápida,
inconsistentes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.

Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.

ÁNGEL GONZÁLEZ (1925-2008)