LOS CUATRO ELEMENTOS

Si tú fueras agua, yo quisiera ser
la copa de plata que te abrazaría;
o en tus humedades me sumergiría,
íntima, adaptable, profunda mujer.

Si tú fueras tierra, yo sería el pie
descalzo y ligero que no te oprimiera;
y en tu surco haría ardiente sementera
que me diera un día lo que en ti sembré.

Si tú fueras aire, yo seré la rama
bajo tu caricia temblando en mis hojas,
y si en recio soplo de ellas me despojas,
verás que mi abrazo desnudo te llama.

Y si fueras fuego, yo he de ser el leño
que tus lenguas lamen, que tu ardor calcina,
y si mi ceniza el viento arremolina
en él dormiré el definitivo sueño.

Francisco Alvarez

Amorosa anticipación

Los amantes, Thomas Nicoletta

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña,
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
serán favor tan misterioso
como el mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes,
Arrojado a quietud
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo
sin el amor, sin mí.

Jorge Luis Borges

‎21 de marzo - DIA MUNDIAL DE LA POESIA

Se me olvidó que te olvidé

Yo te recuerdo, cariño
mucho fuiste para mí,
siempre te llamé mi encanto,
siempre te llamé mi vida,
hoy tu nombre se me olvida.

Se me olvidó que te olvidé,
se me olvidó que te dejé,
lejos, muy lejos de mi vida,
se me olvidó que ya no estás,
y que ni ya recordarás
y me volvió a sangrar la herida.

Se me olvidó que te olvidé,
y como nunca te encontré,
entre las sombras escondída,
y la verdad no sé porqué,
se me olvidó que te olvidé,
aunque nada se me olvida.

Diego El Cigala

Deseo

Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.

Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.

Luis Cernuda, 1939

Os propongo leer el poema escuchando esta música:

Give us this day

London Chamber Choir Vasari Singers perform the beautiful and moving anthem Give us this day, composed by Ward Swingle. This stunning music is set to the powerful words of Tony Vincent Isaacs and speaks of the beauty and fragility of Earth and nature.

1- Scudding clouds of crimson flush
Skim the azure evening sky
Boding well the morrows dawn
To a cloudless glowing morn
Dragonfly Give
Neon’s treasure
Strafes the pool in summer’s hush.

Give us this day
That we may see
The beauty before our eyes
Give us this day
That we may cherish
The earth before it dies.

2- Curfew closing on the light
Pungent wood smoke curling by
Autumn leaching summer cold
Breathing out in red and gold
Flocking high o’er tall oak
Storks migrating full in flight

Give us this day
That we may see
The beauty before our eyes
Give us this day
That we may cherish
The earth before it dies.

3- All along the trestle bough
In candescent to the touch
Icy chandeliers ablaze
To the suns retreating rays
In the clutch, omnipresent
Of the north wind’s bitter vow.

Give us this day
That we may see
The beauty before our eyes
Give us this day
That we may cherish
The earth before it dies.

4- Morning creeps upon the day
Stars pay homage to the sun
Tumult in the swelling bud
Ripening with verdant blood
Surging through winter’s damage
Weaving tendrils on its way.

Give us this day
That we may see
The beauty before our eyes
Give us this day
That we may cherish
The earth before it dies.